Los principales medios de comunicación post gobierno de Alberto Fujimori pertenecían principalmente a cuatro grupos de poder, los cuales concentraron más del 90% del mercado: el Grupo El Comercio, el Grupo La República, el grupo Epensa y RPP. Las primeras tres compañías mencionadas inclusive conformaron la hoy desaparecida Sociedad de Empresas Periodísticas (SEPP). El porcentaje restante estaba distribuido entre la Cadena Peruana de Noticias, diario La Primera, la revista política Caretas, entre otros.
En 2013, tras el visto bueno de la Junta General de Accionistas, el Grupo El Comercio (Empresa Editora El Comercio S.A. y Servicios de Especiales de Edición S.A.) llegó a un acuerdo con el Grupo Agois Banchero para el control de Empresa Periodística Nacional S.A. (EPENSA) y Alfa Beta Sistemas SAC. [sic]” (Empresa Editora El Comercio S.A. (2014a, p. 8). Es así que, con la compra del grupo Epensa se hizo notorio el control oligopolístico sobre los medios de comunicación en el país.

En abril del 2018, el Grupo El Comercio se convirtió en dueño total de la empresa Prensmart S.A.C. (ex Epensa), responsable de imprimir y comercializar los diarios nacionales Correo, El Bocón y Ojo. Hoy controla más del 80% de la circulación efectiva de diarios en el norte, centro y sur del Perú.
La concentración de medios no es algo nuevo ya que el control sobre el espacio de comunicación siempre ha sufrido vaivenes como resultado de cambios contradictorios y complementarios en la regulación, los mercados, el contexto político y las innovaciones económicas: “Los medios son predominantemente un negocio, las mismas tendencias generales que han transformado el mundo empresarial -es decir, globalización, digitalización, creación de redes y desregulación- han alterado radicalmente las operaciones mediáticas (Dan Schiller; 1999, 2007)” (Castells, 2012, p. 109).
Cabe anotar la tendencia hacia la corporización y concentración de medios en momentos y partes del mundo diferentes. Ben Bagdikian (1983) sostenía que “en cualquier momento y lugar se da una estrecha relación entre la concentración de poder y la concentración de medios de comunicación” (Castells, 2012, p. 113). Manuel Castells define al poder como:
[…] la capacidad relacional que permite a un actor social influir de forma asimétrica en las decisiones de otros actores sociales de modo que se favorezcan la voluntad, los intereses y los valores del actor que tiene el poder. El poder se ejerce mediante la coacción (o la posibilidad de ejercerla) y/o mediante la construcción de significado partiendo de los discursos a través de los cuales los actores sociales guían sus acciones (…) Las instituciones pueden mantener relaciones de poder que se basan en la dominación que ejercen sobre sus sujetos (p. 33).
La política de Empresa editora El Comercio respondió a una estrategia de diversificación del grupo que gira en torno al desarrollo de sinergias de impresión y distribución; optimización del contenido periodístico; y mejora tecnológica de las plataformas de internet y de video. Tanto la industria mediática como la industria publicitaria están en constante preocupación por la audiencia consumidora de los medios.

La industria publicitaria “invierte entre US$700 y US$800 millones -más de 90% procede de las compañías privadas y menos del 10% del Estado, aproximadamente-, el 85% está destinada a los siguientes soportes: televisión de señal abierta, radio, online e impresos, mientras que el monto restante sirve para pagar otras formas de difusión publicitaria” (Castilla, y Castro, 2017, párr. 7).

Este artículo continúa en los siguientes subcapítulos:
1.1. Grupo El Comercio
1.2. Grupo La República
1.3. En cifras: Lectoría en los diarios peruanos
1.4. Fortalecimiento empresarial y optimización en las redacciones
Autora: Samara Raira