Las personas desarrollan diferentes estilos de comunicación en función de sus experiencias vitales. Tu estilo puede estar tan arraigado que ni siquiera eres consciente de cuál es. Pero si quieres cambiar tu estilo de comunicación, puedes aprender a comunicarte de forma más sana y eficaz.
Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a mejorar tu comunicación asertiva:
Evalúe su estilo
¿Expresas tus opiniones o te quedas callado? ¿Dice que sí al trabajo adicional incluso cuando su plato está lleno? ¿Se apresura a juzgar o culpar? ¿Parece que la gente teme hablar con usted? Comprenda su estilo antes de empezar a hacer cambios.
Utilice frases con «yo». El uso de frases con «yo» permite que los demás sepan lo que usted piensa o siente sin que suene a acusación. Por ejemplo, diga: «No estoy de acuerdo», en lugar de «Estás equivocado». Si tienes una petición, di: «Me gustaría que me ayudaras con esto» en lugar de: «Tienes que hacer esto». Haz que tus peticiones sean sencillas y concretas.
Practica cómo decir que no
Si te cuesta rechazar peticiones, intenta decir: «No, no puedo hacer eso ahora». No dudes, sé directo. Si es necesario dar una explicación, que sea breve.
Ensaya lo que quieres decir
Si te resulta difícil decir lo que quieres o piensas, practica las situaciones generales que te encuentres. Diga lo que quiere decir en voz alta. También puede ser útil escribirlo primero, para poder practicar con un guión. Considera la posibilidad de hacer un juego de roles con un amigo o colega y pide una respuesta clara.
Utiliza el lenguaje corporal
La comunicación no es sólo verbal. Actúa con confianza aunque no la sientas. Mantén una postura erguida, pero inclínate un poco hacia delante. Mantén un contacto visual regular. Mantén una expresión facial neutra o positiva. No cruces los brazos ni las piernas. Practica el lenguaje corporal asertivo frente a un espejo o con un amigo o colega.
Mantén las emociones bajo control
Los conflictos son difíciles para la mayoría de las personas. Puede que te enfades o te sientas frustrado, o que tengas ganas de llorar. Aunque estos sentimientos son normales, pueden obstaculizar la resolución del conflicto. Si te sientes demasiado emocionado al entrar en una situación, espera un poco si es posible. Luego trabaja para mantener la calma. Respira lentamente. Mantén la voz uniforme y firme.
Empieza con poco
Al principio, practica tus nuevas habilidades en situaciones de bajo riesgo. Por ejemplo, pruebe su asertividad con un compañero o amigo antes de abordar una situación difícil en el trabajo. Evalúese después y modifique su enfoque si es necesario.
Cuando necesites ayuda para ser asertivo
Recuerda que aprender a ser asertivo requiere tiempo y práctica. Si has pasado años silenciándote, es probable que ser más asertivo no ocurra de la noche a la mañana. O si la ira te lleva a ser demasiado agresivo, puede que necesites aprender algunas técnicas de control de la ira.
Si, a pesar de tus esfuerzos, no avanzas hacia la asertividad, considera la posibilidad de recibir una formación formal en asertividad. Y si ciertos problemas como la ira, el estrés, la ansiedad o el miedo se interponen en tu camino, considera la posibilidad de hablar con un profesional de la salud mental. La recompensa merecerá la pena. Si te vuelves más asertivo, podrás empezar a expresar tus verdaderos sentimientos y necesidades con más facilidad. Incluso es posible que consigas más de lo que quieres.
1 comentario